Aunque solo queda el 7% de los bitcoins restantes, la complejidad creciente de la minería hace que cada vez sea más «difícil» minar uno de estos. Se proyecta que el último Bitcoin será minado en el año 2140. Cada cuatro años, se reduce la emisión de nuevos bitcoins, lo que aumenta su valor y el tiempo necesario para minarlos. A pesar de la baja rentabilidad actual de la criptominería en comparación con la época de la pandemia, se mantiene un control para evitar desequilibrios.